EL BALCÓN DEL POETA
que recuerde a
primavera,
la estación de sus
quimeras,
solo aquella tierna
flor
escondida en su
rincón
que brotó del llanto
amargo
del poeta en su
letargo
por aquella que le
amó.
Nada posa en su
balcón
ni este sol posa
siquiera
su mirada más
primera,
la que apenas da
calor
por no herir la
tierna flor,
pues jamás creció en
la tierra
una flor de tal
belleza,
una flor de tal
color.
Nada queda en su
balcón,
nada queda del poeta,
de sus musas
consejeras
ni siquiera devoción.
Nada queda en su
balcón
desde aquella
hiriente fecha,
nada queda sino
esperas
y el esbozo de un
adiós.
Precioso poema!!!
ResponderEliminarMuchas gracias! Me alegro!
EliminarQue hermoso poema me encantó! Saludos un gran abrazo mi amigo ;-)
ResponderEliminarGracias! Un gran abrazo amigo!
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