DIME VIENTO
Porque
tiemblo me dices junco,
me
dices roca si no te siento, viento,
informe,
sin acordes,
al
capricho de los dioses.
Violento,
desafiante,
ruges
terco y dominante.
Afable,
susurrante,
tierno
rumor vacilante.
De
los montes reclutado
en
vanguardia hacia los llanos,
de
los mares aliado
y en
mi costa refugiado.
Arquitecto
de mis dunas,
el
telón de cada luna.
Noticiero
de otras voces
y la
mía apenas reconoces,
dime
viento.
Si
al llevar mi sentimiento,
mis
caricias y mi aliento,
dime
viento
si
te enredaste en sus cabellos,
sus
mejillas y su pecho,
si
erizaste su piel dime viento.
Si
intimaste con su aroma a miel, viento,
callado
viento, querido viento,
si
abrazaste algún suspiro,
si
era amante o compungido,
si
sus labios te inhalaron,
si
te hablaron, si te hablaron,
dime
viento,
que
me asfixia la impaciencia,
te
concedo la indulgencia
si
en tu voz yo descubriese
una
brizna complaciente
que
responda levemente
a mi
verso ardiente,
si
en tu soplo yo inspirase
cada
una de sus frases,
los
sonidos que me calmen,
los
susurros que me abracen
te juro
viento
que
tuyo será mi aliento,
que
serás rey de mi cielo,
que
no dudará mi anhelo
en
ser tuyo por completo.
Pero
callas viento,
pero
callas y estoy hambriento,
pero
callas, dulce viento
y
este mundo es un desierto
donde
entierro mis deseos,
donde
escribo un réquiem eterno
porque
callas, porque callas viento
sin
respuestas, siento
porque
nada espero sino viento,
porque
nada quiero si no siento,
más
que soñar con su recuerdo
Y
acostarme en su silencio.
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