EN
PUERTOMAR
Amanece
en PuertoMar
cuando
el sol quiere salir,
no
hay deberes que cumplir,
solo
hay luz en PuertoMar.
No
hay miserias ni complejos,
no
hay señores ni hay extraños,
no
hay nacidos ni hay esclavos,
ni
siquiera hubo dinero.
Amanece
en PuertoMar
y la
luna sigue allí,
no
es lugar para morir
donde
siempre huele a mar.
Lo
sencillo es la costumbre
que
aprendimos al llegar,
solo
somos al soñar
y
alma y cielo se confunden.
Amanece
en PuertoMar,
nada
turba su inocencia,
nada
importa la apariencia
donde
siempre huele a mar.
PuertoMar
es la osadía
de
los bardos de otro tiempo,
pues allí viven los cielos
que
imaginan cada día.
Anochece
en PuertoMar
cuando
el sol quiere dormir,
no
hay pecados que sentir,
solo
hay bien en PuertoMar.
No
hay más pena que olvidar
lo
infinito del momento,
lo
fugaz que hay en lo cierto
que
no mira más acá.
Anochece
en PuertoMar
y la
luna sigue allí,
mi
lugar para sentir
es
sentirme entre su mar.
PuertoMar,
mi edén soñado,
tan
real como mi estampa,
donde
vivo si me abrazas,
donde
habita tu regazo.
PuertoMar,
mi amor dorado,
donde
el barco de mis penas
al
final halla su tierra
y
abandona su pasado.
PuertoMar,
mi vida es sueño
al
mirar dentro del alma
que
me otorga tu mirada
y me
vuelve más pequeño.
PuertoMar
eres tú, PuertoMar,
donde
verte es admirar
y
pensar es olvidar,
PuertoMar,
donde
estar siempre es amar,
donde
siempre huele a mar.
PuertoMar,
mi PuertoMar.
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