DONDE MUERE TU AGONÍA
No recorras, lejanía, más caminos que
mis días.
No descanses, alma mía,
no desmayes, alma mía
y recuerda que su lecho es donde muere
tu agonía.
El brillo de mis ojos se atenúa en la
distancia
paralelos, sin destino,
discurriendo al infinito
en la noche eterna que me deja la
nostalgia.
La sangre mía discurre en el vaivén de
los silencios
al influjo de una luna susurrante
hacia el lugar de tu centro amante,
donde comienzan y concluyen todos los
misterios.
El color de mis mejillas es reflejo de
tu imagen
ruboriza en tu presencia
transformando mi apariencia
de la vigilia apaciguante a la pasión más
crepitante.
No recorras, lejanía, más caminos que
mis días.
No descanses, alma mía,
no desmayes, alma mía
y recuerda que su lecho es donde muere
tu agonía.
Todo tiene recuerdos..huellas y brillos de lo que se fue..y en el alma se queda..y con el alma en agonía se irá..
ResponderEliminarMuy bueno
Saludos desde el sur..
Prudencio Hernández Jr.
Muchas gracias por tus palabras! Saludos!!
Eliminar@Diana_Tors. Inspirador... buen poema!! Abrazos...
ResponderEliminarMuchas gracias!! Mi inspiración sois vosotros!
Eliminar@arawi0808......Muy bueno entre recuerdos y nostalgias vivimos de una o de otra manera a unís nos duele mas a otros menos pero igual llegan al alma, sigue adelante!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras! Seguiremos!
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