Una esfera desgrana el desierto en mi
reloj,
sus agujas alargando mi destino señalado
como si no quisieran un mañana mejor,
el después encontrado, el instante
posterior.
Y yo, a mi destierro abandonado,
contemplando el paso de ese tiempo tan parado
y con la nada alrededor.
Mi lecho es universo de los silencios,
los pliegues que aun dibujan tu figura
son el mudo pentagrama de este
cautiverio,
los renglones de este delirante
magisterio.
Y yo, que no encuentro sepultura
tan honda que olvidara tu hermosura,
muriendo vivo en tu misterio.
Mi tiempo es del silencio y de tu
ausencia,
tu ausencia es el silencio de mi
tiempo
componiendo la perpetua estridencia
con las notas disonantes de la
impaciencia.
Y yo, que no poseo mi gobierno,
que no soy lecho ni soy tiempo ni lo
puedo,
quedo viendo cómo pasa el transcurrir
de tu ausencia.
Hermoso, tu tiempo es del silencio y de tu ausencia, tu ausencia es el silencio de mi tiempo ha tocado mi alma...felicitaciones
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras! Agradecido!
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