ESCAPISTA
Tengo habitación con
vistas en un faro solitario,
nada siento más
extraño que el sonido de otras vidas
que persiguen de
rodillas lo fugaz de lo mundano,
que conceden al pasado
una voz agradecida.
En mi torre distraído
con las olas de este mar
veo barcos naufragar
por azar o por destino,
observando el desatino
de soñar con ultramar
y dejarlo todo atrás,
y adorar lo prometido.
Mis recuerdos al
olvido y el instante por amigo,
las miradas a la luna
y mi mente a la locura,
mis recuerdos al
olvido y no buscar otro camino.
En mi faro nadie
juzga porque nadie es bienvenido,
en mi faro donde
habito, solo habita la fortuna
y esta pizca de
amargura que yo mismo he consentido.
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