COPOS DE SOL
Del baúl de tus miradas
la mañana te ha vestido
con la más profunda y clara
la que siempre he preferido.
Cincelando mi figura
recorriendo mi interior
no me sirven armaduras
si en tus ojos hay dolor.
Y mi frente que es de acero
se derrite en tu reflejo
empañando mis pestañas
¡cuánto escuecen tus miradas!
Tú me lees entre mis labios
y se agolpan las palabras,
el silencio es mi diario,
su secreto mi esperanza.
Aún nos queda contemplar
como hiela entre los dos
solo queda contemplar
como caen copos de sol.
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